El jerez, mi abuelo y el tronco de tejo

 

Mi bisabuelo Manolo me dejaba mojar el dedo en su copa de Tío Pepe cuando era pequeña. Me sentaba en sus rodillas a la hora de comer, en la mesa larga del comedor de la calle Pizarro, y me daba a probar un poco de vino. Me encantaba. A veces se levantaba para ir al torno a por algo. Entonces yo aprovechaba para meter el dedo en la copa por mi cuenta.

“¿Quién ha metido el dedo en mi copa?”, preguntaba con cierto teatro cuando llegaba a su sitio.

“¿Cómo ha podido darse cuenta?”, pensaba yo.

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Abuelo en el hospital, tan largo, tan delgado, tan frágil. Tan débil. Mamá moja un poco de Tío Pepe en una gasa y se la pasa por los labios resecos. Abuelo chupa la gasa. Estoy segura de que le consuela y le calienta el corazón. La punzada de sabor le devuelve al refugio cálido de su infancia, de su hogar; de los momentos más felices de su vida.

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Mi madre pide el Tío Pepe con hielo entre miradas de reproche. Solo le importan algunas. “Mi padre lo bebía así”, dice. Y ya tampoco le importan esas.

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Cuando nos fuimos a Escocia, logramos encajar seis cajas de Alfonso en el coche. A la vuelta, llenamos con libros el hueco de las botellas de vino. Simón consiguió meter también un tronco de tejo. “¿Ves cómo nos habrían cabido más cajas de Alfonso?”

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Mi amigo Cristian le escribe a un periodista que me gusta. Le pregunta si puede pasarme su e-mail. Quiero mandarle el cuestionario de Nido de ratones. Responde que sí, claro. Dice “Los amigos del jerez son mis amigos”. Ahora me gusta más.

 

Dos veces al año, nos reunimos en Jerez un grupo de amigos a comer. El requisito es tener (al menos) un libro publicado. La idea se le ocurrió a Lorenzo Díez, que es muy animoso y tiene energía para pastorearnos a todos. Ayer fue nuestra cuarta reunión, y teníamos de tarea llevar algo escrito con el jerez como tema. Fue muy entretenido, porque cada uno viene de un sitio muy diferente: hay poetas, enólogos, abogados, escritores, navegantes… de modo que hubo mucha variedad. Esto de arriba es parte de lo que llevé yo.

 

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